¿Qué les puedo contar sobre mi vida?
Bueno, pues aviso, no soy un vampiro, una bruja, o un bicho raro, soy una chica común y corriente de 16 años, asisto a una preparatoria pública, como cualquier otra chica, tengo amigos, y saco buenas calificaciones, mi vida no tiene mucho de interesante.
Empezare, eh pasado gran parte de mi vida, en un solo lugar, creo que siempre eh estado aquí, nací y eh crecido en Veracruz, si no soy europea ni américana, soy mexicana, y creo que eso me diferencia de todos los personajes que eh leído, no es que no tenga amor a la literatura hispanoamericana, es sólo que me gusta la fantasía, crecí con Harry Potter, así que es un tanto lógico que la mayoría de las personas me consideren un bicho raro.
No soy como las otras chicas de la preparatoria, ellas te hablan de los antros de moda, y yo puedo hablarte de un buen libro o música en ingles, cosas así, pero como se que a muchas no les intereza eso, creo que por eso soy diferente.
Asistí a clases, como cualquier día de Noviembre, es otoño, las hojas de los árboles poco a poco se caen e inclusó la mayoría de ellas ya no estan en sus ramas, sólo quedan las ramas secas, como la mayoría de los sentimientos de las personas, que hacen tonterías a los demás, no es que me hagan burla, bueno si, ser rara... no es lindo, no a esta edad.
Me quede en la parada, esperando a que pasará mi autobus, el cual siempre tarda 30 min en pasar, escuchaba música, Midnight Romeo, esa escuchaba, mi mejor amiga, me había hecho adicta a esa canción, el autobus paso, miraba por la ventana, observando como las hojas de los árboles caían cuando el viento soplaba, decidí bajarme poco antes de mi casa, camine por un pequeño parque, moviendo con mis pies las hojas que estaban ya en el piso, sentí el impulso de tirarme en ellas y así fue, me tire sobre las hojas, mirando el cielo, que se notaba grisaceo, pero a la vez con un ligero dorado por el sol de mediodía.
Las personas, curiosaban su vista en mi, pensarían que soy rara, pero lo más lógico es que hago lo a que pocos jamás se atreverían, escucho lo que pienso y siento y me dejo llevar, llegue hasta mi casa, abri la puerta, no había nadie debo decir, mis pequeños chihuahueños me daban su bienvenida con sus pequeños ladridos, deje el teléfono sobre la mesa, y caminé hasta las escaleras subiendo, llegando a mi recamara, que estaba hecha un caos, libros, ropa, almohadas, todo tirado, me tome el tiempo de acomodar, o mas bien arrumbar todo nuevamente, me tire sobre la cama, mirando el techo color rosa pálido que daba diferencia a mi habitación.
Mi vida es normal, común, tengo problemas, mi hermana pequeña es un dolor de cabeza para mí, es mi primer año en prepatatoria, ¿Qué podría salir mal?
